Identificarse y seguir una determinada corriente polìtica llega a implicar la entrega de la capacidad de razonamiento, renunciar a èste, a tener un pensamiento propio mas si se le toma como verdad ùnica y valedera. Sea cual fuere el estudio social que se haga los conceptos deben estar en una constante confrontaciòn con la realidad social lo cual debe suceder con cualquier concepciòn del mundo no hacerlo nos lleva al dogmatismo. Es lo que ha sucedido con las ideas de Carlos Marx sobre todo con el marxismo leninismo que condena incluso cualquier cuestionamiento convirtiendo asì la verdad en falsedad. Evidentemente el hombre polìtico se ha servido de esta teorìa para demostrar que siempre tiene la razòn pero de igual manera el sabio puede utilizarla de buene fe como medio de llegar a una explicaciòn correcta. Si algo caracteriza la obra de Marx es la densidad y su anàlisis puede ser enfocado desde diferentes àngulos, incluso cerrado y dogmàtico, asì como interesado, el mismo autor lo señala y previene contra ello. En este sentido la actitud màs leal consistirìa en esforzarse por conseguir la màxima separaciòn entre los anàlisis cientificos y las proposiciones normativas, no se puede objetar la diafanidad de Marx en ese sentido puès este anuncia claramente los colores de estas ùltimas, lo que algunos llamarìan el inevitable coeficiente de deformaciòn personal que afecta a todos los sociologos. En este caso esta de por medio la objetividad, para Marx, la investigaciòn y las proposiciones debe ser comprometidas. Sin embargo se plantea que para la verificaciòn directa de los conceptos generales es necesario contentarse con precisar las definiciones de manera que todos los que se acerquen a ellas puedan apreciar el alcance exacto. En este caso nos encontramos con la no existencia en las teorìas generales de acuerdo alguno que involucre los conocimientos concretos. Si bien en occidente se tiene la tendencia a ignorar o minimizar la aportaciòn de Marx a la ciencia polìtica y que algunas tècnicas modernas han sido calificadas de reaccionarias por autores marxistas, igualmente es cierto que el termino ciencia polìtica no pertenece al vocabulario marxista y que en el desenvolvimiento de esta la originalidad de Marx es menor ya que èste recoge bajo formas nuevas una idea ya expresada por sus predecesores o contemporàneos pues èste serà considerado por mucho tiempo como un autor maldito y no alcanzarà los medios intelectuales sino mucho despuès que incluso Augute Comte, la aportaciòn de Marx a la ciencia polìtica es decisiva, la sutituye por una imagen totalmente nueva hasta el punto de que ha sido cosiderado el Newton de la ciencia polìtica, la importancia de su cosmogonia reside tanto en que el sistema explicativo el cual es màs exacto y completo que el de sus predecesores asì como en orientar las investigaciones polìticas hacia el anàlisis cintìfico de de los hechos sociales. Es notoria la precisiòn que Marx quiso dar a su teorìa, cosa que los que lo sucedieron pretendieron hacer, de igual manera quienes han liderizado movimientos polìticos sustentados en esta han tratado de adaptarla a lugares y momentos històricos sin embargo la han se revestido con su propia subjetividad y su interpretaciòn ha sido en muchos aspectos, por decirlo por decirlo de alguna manera, la suma de sus prejuicios, otro de los riesgos a que esta expuesto un cientìfico social condicionado por el medio. No se trata por supuesto de hacer un tratado de marxismo sino de ajustarlo a la realidad tomando en cuenta sus aportes y sus fallos sin buscar minimizarlo existe una forma forma prejuiciada tanto de criticarlo como de defenderlo, la reacciòn que suscita es similar a la existente hacia una religiòn sea para atacarlo o defenderlo los tratadistas màs que estudios cientìficos pretenden llegar a ser la ùltima palabra de uno y otro lado, en suma no se le concede el estatus de cientifico. Cientificamente tan importante es un acierto como un fracaso es lo que ha permitido avanzar en la psicologìa respecto a Freud o lo que ha permitido aprovechar los estudios de Maquiavelo. Si bien hay quienes rechazan los plateamientos de Marx desde su origen hay quienes no acceden a ver como la historia a refutado al
gunos de sus postulados una y otra vez. A manera de ejemplo podriamos citar el caso de Rusia que al pasar de una economìa feudal a una socialista no sòlo rompìa el esquema històrico sino que dentro de los canones existentes no desarrollaba el cocepto de libertad, mal podria ser entonces el paradigma de esta.
La obra de Marx ofrece importantes conceptos cientìficos para el conocimiento de las leyes de la historia y hubiera sido màs fecunda si sus seguidores hubieran seguido desarrollandola en vez de caer en un dogmatismo por demàs esteril. Marx habìa subestimado las pasiones humanas y su complejidad, tuvo una idea simplista del caràcter humano no vio las pasiones e impulsos que estan enraizados en el hombre y en las condiciones de su existencia. Su idealizaciòn romantica de la clase obrera resultò de una actitud puramente teòrica y no de la observaciòn de la realidad humana de èsta, pero a pesar de los defectos y desaciertos que puedan atribuirsele su obra constituye un progreso en la teoria social. Pero la subestimaciòn de las pasiones humanas le lleva a grandes errores. Precisamente el suponer que la bondad del hombre se reafirmarìa automaticamente y la sociedad buena vendrìa de inmediato en una forma simplista le hace dejar de lado elementos sin los cuales serìan inutiles todos los cambios polìticos econòmicos. La obra de Marx requiere mayor espacio que la de otros pensadores, en parte porque sus teorìas son màs complicadas y cubren un campo màs amplio, sin dejar de entrañar contradicciones y en parte porque sus teorìas se han convertido en la forma predominante que ha tomado en el mundo el pensamiento socialista.